A primera hora de la noche del miércoles 16 de febrero dos medios de comunicación anunciaban la misma noticia: el Partido Popular había estado espiando a la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en busca de irregularidades para hundirla.
Según informaban, en octubre de 2021 el PP tuvo contacto con un agencia de detectives después de que su propia investigación en empresas públicas dependientes del Ayuntamiento de Madrid no hubiera arrojado ninguna prueba en contra de Díaz Ayuso.
¿Por qué el Partido Popular habría espiado a Isabel Díaz Ayuso?
La Presidenta de la Comunidad de Madrid indicó en una rueda de prensa (en la que no aceptó preguntas) que Pablo Casado, diputado y Presidente del Partido Popular, la había avisado en una reunión privada en septiembre de que había informaciones sobre una comisión que habría cobrado su hermano como conseguidor de un contrato de compra de mascarillas para la Comunidad de Madrid. En este encuentro Ayuso defendió que esta relación se encontraba dentro de la legalidad y se comprometió a aportar información que aclarara el tema. Una información que, según aclaró el Secretario del PP, Teodoro García Egea, nunca llegó.
Tras la cita, García Egea se quejaba publicamente de que Díaz Ayuso le había bloqueado en Whatsapp, algo a lo que Ayuso contestó en una entrevista en El Hormiguero quitándole hierro y aduciendo que tenía una agenda telefónica complicada.

¿Qué ha pasado con el hermano de Ayuso?
Tomás Díaz Ayuso es el hermano mayor de la Presidenta de la Comunidad de Madrid. Según las informaciones habría recibido una comisión de 286.000€ como conseguidor de un contrato de compra de mascarillas de la Comunidad de Madrid a Priviet Sportive. Esta empresa, propiedad de un amigo de los hermanos y dedicada a “confección, fabricación y venta al por mayor y al por menor de artículos para el vestido y el tocado de caballero y señora”, no se había dedicado anteriormente a este sector ni había tenido contrataciones previas con la Comunidad.
Aunque, después de que el caso de espionaje saltara a los medios, Díaz Ayuso reconoció que su hermano había mantenido una “relación comercial” con la empresa, la opacidad de la misma hizo saltar las alarmas a finales de 2021.
Todo empezó cuando ElDiario.es descubrió que el contrato por la compra de mascarillas no aparecía en el portal de transparencia de la Comunidad de Madrid. No fue hasta que el medio preguntó a la Consejería de Sanidad que el contrato fue accesible en la página web.
Siempre ocurre lo mismo. Publicamos un escándalo de corrupción. Todos nos ignoran. Pasan los meses, y el tiempo nos da la razón.
— Ignacio Escolar (@iescolar) February 18, 2022
Con los contratos de Ayuso y su hermano ocurre igual. Esta noticia fue una exclusiva de @eldiarioes. Hace ya tres meses.https://t.co/vxd6sumfxH pic.twitter.com/i0IgmqakJg
Entonces, ¿es ilegal que Ayuso contrate a una empresa por la que su hermano se llevó una comisión?
El caso del contrato de las mascarillas viene de lejos. Fue una contratación a dedo usando la vía de contrato de emergencia dado el momento extraordinario de la pandemia. Este tipo de contratación permite saltarse la fase de publicidad, en la que se da a conocer la demanda para que distintas empresas puedan presentar sus ofertas, debido a una situación de excepcionalidad.
Sin embargo, no deja de resultar llamativo que esta adjudicación recaiga sobre una empresa que nunca se había dedicado a la venta de mascarillas, cuyo dueño tiene una relación de amistad con la Presidenta de la región y con el hermano de la misma como intermediario. En este sentido, el intento de la Comunidad de Madrid por mantener oculto el contrato en el portal de transparencia no ayuda.
Voces de su partido, como el propio Pablo Casado, han indicado que no es un comportamiento aceptable.
¿Quiénes son los espías del PP?
En cuanto a movimientos sospechosos no podemos dejar de hablar del PP en el Ayuntamiento de Madrid. El primero en convocar una rueda de prensa tras conocerse las noticias fue el Alcalde de Madrid y Portavoz Nacional del Partido Popular, Jose Luis Martínez Almeida.
Antes de que nadie pudiera pedirle explicaciones sobre el espionaje que habría empezado en la Empresa Municipal de Vivienda, Martínez Almeida negó que se hubiera investigado a Díaz Ayuso desde empresas municipales dependientes del Ayuntamiento o que se hubiese concertado ninguna cita con una agencia de detectives. Aunque, sin poner la mano en el fuego por nadie, también declaró que si se enteraba de que sí había ocurrido tomaría las medidas oportunas.
¿Por qué estaba tan susceptible Martínez Almeida? Porque Ángel Carromero, expresidente de Nuevas Generaciones, asesor del PP en el consistorio y amigo de Casado, sí habría estado buscando información sobre Díaz Ayuso. Según los medios que publicaron la noticia bomba las investigaciones se habrían dado primero en la Empresa Municipal de Vivienda y después en la Empresa Municipal de Transportes (EMT) dirigida por el exdiputado y compañero de Díaz Ayuso, Borja Carabante. También fue Carromero quien, supuestamente, supo del contacto con la agencia de detectives. De nuevo, estas informaciones podrían haber quedado en meros rumores sin fundamento si no fuera porque, en menos de 24 horas desde que se conociera la información, Carromero presentó su dimisión después de que saliera a la luz que existía una conversación grabada que podría incriminarlo.

Para acabar de enredar quién investigó a quién, Díaz Ayuso declaró en su rueda de prensa que las informaciones que había recibido Casado venían de Moncloa, algo que el Presidente del PP negó en su primera entrevista sobre el caso.
Casado dejó claro que la información no salía del gobierno central y que sí eran documentos de un organismo público. A su vez, García Egea desmintió que hubiese sido el partido quien elaborara ese dossier, investigara o imputara la comisión de un delito a nadie. Y que si se descubre que fue así, habría ceses.
¿Por qué ahora?
Si las investigaciones empezaron en abril de 2021 y Casado y García Egea pusieron al corriente a Díaz Ayuso en septiembre, ¿por qué no se ha conocido antes?
Tras la victoria del PP en las elecciones de Castilla y León, con un resultado más ajustado de lo que los populares esperaban y una creciente presión por formar gobierno con Vox, Díaz Ayuso declaró que era el momento de que llegara el Congreso del PP de Madrid.
Un Congreso que fortalecería la figura de Ayuso no sólo en la región sino en la pugna interna por el poder del PP a nivel nacional.
Y es que esta lucha no es nueva. Aunque Casado y Díaz Ayuso fueron compañeros en sus inicios en el Partido Popular llevan en tensión desde que la Presidenta de la Comunidad de Madrid ganara popularidad y se colocara como el némesis de Pedro Sánchez durante la pandemia. Los resultados de Díaz Ayuso en la cita electoral del 4 de mayo solo aumentaron la tensión entre las dos familias del Partido Popular.
¿Qué va a pasar con Ayuso?
Tras una mañana de ruedas de prensa, acusaciones y desmentidos el Secretario General del Partido Popular, Teodoro García Egea, comunicó el jueves 17 de febrero la apertura de una investigación interna sobre la situación de Ayuso en el partido. Esto, según el código ético del PP, es uno de los primeros pasos que podrían conllevar su cese.
Por su parte, Más Madrid, PSOE y Podemos llevaron el viernes 18 de febrero ante Fiscalía el caso. La portavoz de Más Madrid y líder de la oposición, Mónica García, añadió que había recibido SMS anónimos en noviembre con informaciones poco sólidas a nivel legal que, tras conocerse la noticia de estos días, habían cobrado especial importancia.
Una cronología sobre el caso de Tomás Ayuso y los chanchullos del PP en la Comunidad de Madrid. pic.twitter.com/F0spP6n7L8
— Mónica García (@Monica_Garcia_G) February 18, 2022