La casa había que decorarla y decidí que no quería comprar ningún cuadro,
yo los pintaría.
Francisco Cobos nació en Montilla, un bucólico pueblo cordobés, el 18 de enero de 1942. Emigró a Madrid con los veinte años pasados y poco más tarde terminó por afincarse en Móstoles en un barrio que pronto le dará el reconocimiento que merece. Cerca de 50 años ilustrando el municipio con su arte. Es autor, entre otros, de la escultura de Andrés Torrejón o la imponente réplica del Guernica de Picasso situada en el Paseo de la memoria del Parque Liana.
Cuando llegamos a su pequeña galería, lúgubre y hasta los topes de cuadros y esculturas, está colgando en la pared el cuadro titulado la vida, nos pide ayuda, lo colgamos y sin más comenzamos a preguntarle:
¿Cuándo te vino la vena artística?
R. Pues más o menos fue cuando hice “la mili”. Anteriormente yo estudiaba dibujo lineal y el profesor me dijo “o dejas el dibujo lineal o dejas el dibujo artístico” porque según él eran incompatibles. Escogí el dibujo lineal, porque en aquellos momentos me hacía falta, y dentro de la compañía, por no coger el fusil, me puse a seguir con el dibujo lineal.
Pero, los cuadros que vemos aquí no son de dibujo lineal. ¿Cuándo y por qué te pasaste al dibujo artístico?
Después de la mili, cuando me casé, terminamos de vivir en Vallecas y compramos la casa aquí en Móstoles. La casa había que decorarla y decidí que no quería comprar ningún cuadro sino que yo los pintaría. Fue cuando más cuadros pinté.
Salvo lo del dibujo lineal, ¿has recibido algún tipo de formación artística?
Autodidacta 100%. Nunca he estudiado nada, pero bien es cierto que muchos conocimientos referidos a la profundidad y la perspectiva están sacados de cuando estudiaba dibujo lineal. Al final terminé no haciendo caso a aquel profesor y mezclé los dos tipos de dibujo.
¿Tienes alguna obra o artista de referencia que te gustaría emular?
Para mí siempre mi favorito, y cada vez que voy a Córdoba voy a su museo, ha sido Julio Romero de Torres por la mujer morena, por lo realista. Los primeros cuadros que puse en mi casa fueron réplicas de los suyos.
La pintura de Julio Romero se enmarca en la estética simbolista, sin perder la perspectiva realista cercana a la generación del 98, pero ¿por qué una pintura tan realista y una escultura tan abstracta?
Bueno eso es otra cosa. Para mí la pintura tiene que ser realista porque es lo que yo vivo y es la que a mí me gusta. Pero principalmente el porqué radica en que no es igual un pincel que un martillo por eso admiro tanto a los genios clásicos como Bernini que de un bloque de mármol sacaban oro puro. Yo tuve un gran profesor en este sentido, que fue mi padre, porque con 10 años iba a la fragua con él y todo lo que sé me lo enseñó allí.
¿Qué materiales son los que más has usado y prefieres para esculpir?
El hierro ha sido mi material preferido. El acero corten también, porque lleva una aleación de cobrizo que hace que las esculturas no se pudran.
¿Qué te transmite el arte y cómo te surgen las ideas para crear?
Lo primero que más me ha ayudado son mis sueños. Muchas veces he soñado y me he tenido que levantar en la madrugada y hacer unos bocetos para que no se me olvidaran al día siguiente. Reproducía la escultura que estaba viendo y así puedo decir que mi propia imaginación es la que más me ha ayudado. Respecto a lo que me transmite el arte, y la pintura en concreto, es relax y la satisfacción personal. Cuando ves la obra acabada te da mucha alegría de ver que lo que querías hacer, ha quedado perfecto.
De toda tu producción, ¿qué obra es la que más te ha llenado como artista?
Evidentemente esto es como los hijos, no puedes elegir ninguno, pero no obstante, destaco por su belleza el cuadro de la Mezquita de Córdoba, por ser mi tierra, y también el cuadro titulado la vida por todo lo que representa. Escultóricamente creo que el Guernica y la libertad que será la escultura que próximamente coloquen en la plaza Guadalupe.
El Guernica, del que hiciste una réplica que está en el paseo de la memoria del Parque Liana. ¿Por qué el Guernica y cuándo lo hiciste?
Pues porque el cuadro cuando lo vi me gustó muchísimo. Aunque he de matizar que más que gustarme fue un impacto. Sentí como si el bombardeo estuviese siendo en ese momento. Me impactó también la fuerza política que tiene y por supuesto me gustó el motivo contra el que se hizo. No me tengo que olvidar por supuesto de la figura de Picasso porque lo hice también conmemorando su trigésimo aniversario de fallecimiento en 2003 que es cuando lo hice.
¿De qué material está hecho y qué medidas tiene?
La composición está hecha en su totalidad en acero f-112. No es tan grande como el original pero sí es fácil que mida 2 metros de largo por 1 y poco de ancho.
¿Cuánto tardaste en hacerlo?
Igual que Picasso no tardó mucho en hacerlo por la urgencia que corría, yo creo que tarde aproximadamente como un año. En mis ratos libres, siempre que tenía un hueco, me escapa y continuaba haciéndolo.
Según tu opinión, ¿qué acogida tuvo en el público?
Pues creo que fue bastante buena. La primera vez que lo expuse fue en unas fiestas del partido, cuando se celebraban en la casa de campo. De hecho, para darle más difusión, durante la exposición del mismo, hicimos unos pósters y los vendimos allí con gran éxito. La gente apreciaba mucho la magnitud del trabajo al hacerlo esculpido en acero.
Por último, parece que el destino es irrevocable y cuando hiciste el Guernica estabas destinado a que lo pusieran en un paseo de la memoria, ¿qué te parece esta casualidad?
La verdad es que sí parece un capricho del destino. Lo que sí es seguro es el acierto por parte de las autoridades de hacer un paseo de la memoria, de nuestra memoria, y aprovechar que había realizado la obra para rematar un monumento que nos distingue de otros.
Podríamos haber estado días enteros charlando con él, agradecemos su amabilidad y naturalidad y de paso os recordamos que podéis visitar su galería sita en la calle Pintor Picasso número 9, previa llamada a su teléfono que se puede ver en su página Web: www.franciscocobos.com