A pesar de poseer uno de los sistemas electorales más enrevesados —sino el que más—, Estados Unidos de América tiene como espectador de sus polémicos comicios al mundo entero.
Estas elecciones se realizaron en una sociedad postcomunista y tienen como protagonistas a un partido creado a meses del proceso electoral y liderado por un “ex niño-rey” exiliado por medio siglo, a las dos coaliciones imperantes tras la caída del anterior sistema y a una importante representación de las minorías.